lunes, 25 de marzo de 2013

MICROCUENTO "EL DINOSAURIO"-Análisis-


EL DINOSAURIO-Augusto Monterroso-


EL MICROCUENTO EN LA CLASE DE E/LE
Héctor Monteagudo Ballesteros
Academia ARES FORMACIÓN S.L.
hecmonba@hotmail.com

El microcuento es una valiosa herramienta para que los estudiantes de nivel INTERMEDIO adquieran ya las estrategias de comprensión y producción de textos necesarias en niveles superiores. Su carácter escrito y finalidad estilística no resultan inconvenientes si desarrollamos adecuadamente las virtudes de brevedad, linealidad, precisión y capacidad de síntesis en el aula; de hecho, se convertirán en nuestras aliadas, porque nos liberarán de la tiranía del contexto verosímil e inmediato para explorar los entresijos del contexto, los mecanismos de la coherencia interna y de aquellos elementos elididos a los que remiten los deícticos. También le proporcionará al estudiante una nueva forma de codificar no sólo lo que dice, sino lo que quiere decir, de forma parecida a como lo haría en su lengua materna.

En cuanto al componente gramatical, permite enfocarlo desde una perspectiva racional, significativa para el alumno, pues cada elemento cobra sentido aunque no esté dentro del aula y le induce a reflexionar sobre la lengua como un todo estructurado donde no hay elementos ociosos, circunstancia que, a su vez, le hace ser consciente de su propio proceso de aprendizaje y le anima a participar activamente en él.

Tampoco encontrará mayores dificultades en la selección léxica de los microcuentos, porque el autor suele utilizar palabras de ámbito general que, a menudo, pertenecen al mismo campo semántico. La mayor dificultad que puede encontrar el estudiante es comprender la inclusión de una palabra con un determinado significado connotativo debida a fines estilísticos, como es “dinosaurio”, en el microcuento que nos ocupa, y que más adelante justificaré.
Para ejemplificar, de manera breve, todo lo que he esbozado antes, he seleccionado como muestra de lengua “El dinosaurio” de Augusto Monterroso, publicado en La oveja negra y otros relatos (1969).
El microcuento, conocido como el más breve en lengua española, es: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Lo primero que advertimos es la marcada división estructural entre “Cuando despertó” y “el dinosaurio todavía estaba allí”, jalonada por la coma, y que obedece a dos motivos gramaticales: por un lado, la oración subordinada adverbial temporal introducida por el adverbio relativo “Cuando”, que indica una de las circunstancias temporales en las que se desarrolla la oración principal; por otro, la distribución complementaria de los verbos “despertó”, en pretérito indefinido, y “estaba”, en pretérito imperfecto, nos remite al aspecto verbal, ya que ambos pertenecen al mismo pasado y modo. Es importante que el estudiante deduzca que “despertó” se opone a “estaba” porque representa una acción acabada o puntual, en contraste con la acción que se desarrolla en el pasado que indica el segundo verbo. Por tanto, la primera parte del microcuento de Monterroso se caracteriza por aludir a un tiempo
puntual y acabado, mientras que en la segunda la acción aún se estuvo desarrollando, apoyada por el adverbio temporal “todavía”, que también se opone al citado “cuando”, adverbio relativo, cargado también de valor temporal continuativo. El tiempo y el aspecto verbal dibujan, al fin y al cabo, una estructura de paralelismo y contraste que el estudiante debe aprender a interpretar, y que puede aplicar a sus producciones.

Cuando despertó,// el dinosaurio todavía estaba allí.

Los deícticos de persona, tiempo y lugar son la segunda observación gramatical y comunicativa de este micro-texto. Las desinencias de persona y número del verbo, que el alumno ha adquirido durante los primeros niveles de español, le pueden servir de utilidad para localizar al protagonista oculto de la narración, como es el caso de “despertó”, que hace referencia a la tercera persona del singular, el sujeto implícito de la oración subordinada adverbial. Además, los tiempos de los verbos sitúan la acción en el pasado, y los adverbios “Cuando” y “todavía” regulan, junto al aspecto, los dos momentos en que se desarrolla ese pasado, tal y como he comentado. Finalmente, el adverbio de lugar “allí” traslada la narración a un lugar en apariencia indeterminado, pero que el estudiante puede intuir lejano, al menos en el tiempo, por oposición a otros adverbios de lugar más cercanos respecto al punto de referencia del emisor, como “aquí” o “ahí”.

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

El término “dinosaurio”, tal y como anunciaba al principio, posee el valor connotativo de “animal fabuloso”, pues la existencia de un dinosaurio hoy día sería comparable a la de un dragón, un unicornio o cualquier otro animal mitológico. Si a esto le añadimos la presencia del artículo determinado “el”4 como actualizador del sustantivo, es decir, como determinante que lo sitúa en la realidad, la sensación de extrañamiento, de literalidad y de estilo en el plano semántico, queda reforzada. Este análisis sólo es comprensible para el estudiante si interpretamos el significado del verbo “despertó” como una implicatoria que le guíe hacia una conclusión lógica; en otras palabras, el protagonista tendría que haber estado dormido antes para despertar, por lo que sería más que probable que soñase; y en los sueños suelen mezclarse, a menudo, elementos reales y fabulosos como, por ejemplo, un dinosaurio. Pero lo extraño, lo desconcertante, lo más seductor es que ese elemento fabuloso sobreviviese a la muerte del sueño, el despertar, que el dinosaurio estuviera5 en la realidad.
Para terminar, y como apunte específicamente pedagógico, es necesaria la realización de actividades de “observación y descubrimiento” antes de cada paso descrito, para que el estudiante pueda desarrollar su intuición y deducir la regla gramatical6; y de “práctica”, mediante sencillas preguntas de comprensión, para orientar su interpretación cuando la creamos errónea, además de la resolución de ejercicios con espacios en blanco o de unión mediante flechas para reforzar el aprendizaje de la opción adecuada entre las que ofrece ese aspecto gramatical o comunicativo concreto.
Es asimismo recomendable una actividad de “generalización” que ejerza de tarea final, como la producción de un microcuento que sea comentado por el resto de la clase, para estimular el esfuerzo del estudiante y apoyar la evaluación orientada al proceso.


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